Es bien sabido que el home office ha traído muchos beneficios para las empresas y para los colaboradores, sin embargo también ha causado que los trabajadores se sientan aislados, desmotivados o que incluso presenten mayores niveles de estrés, frustración y depresión.
A inicios del confinamiento cerca de la mitad de las empresas en América Latina dijeron que esta forma de trabajo impactó positivamente en la productividad de los empleados; no obstante meses posteriores, en septiembre esa cifra descendió.
Existen diversos factores que impactan en el nivel de productividad durante el home office; sin embargo, todos ellas tienen solución estableciendo políticas claras, dinámicas específicas y acompañando al trabajador como si siguiera en una oficina.
Una buena estrategia de home office debe incluir un fuerte componente humano a través de la comunicación, entendimiento y cercanía.
Aquí te contamos los cinco factores que influyen mayormente en la productividad:
El aislamiento
- No poder salir a los lugares típicos de recreación o visitar a amigos y familiares, dificulta a muchos trabajadores sentirse motivados y productivos.
Las complejidades del hogar
- Laborar desde la casa supone retos novedosos, como los límites de la vida laboral y la personal, la convivencia y actividades de cada miembro de la familia, así como también las relaciones con los vecinos. Estar todo el día en un mismo espacio puede generar estrés e incluso enojo.
Preocupación excesiva
- En todo el mundo se experimentan enormes niveles de preocupación, ya sea generada por el miedo al contagio, o por la incertidumbre de la estabilidad laboral. Es por ello que, esta constante preocupación puede distraer a los colaboradores de sus labores diarias.
Depresión y ansiedad
- Al avanzar la pandemia, muchos trabajadores han presentado afectaciones a la salud mental, tales como depresión y ansiedad. Esto se relaciona con el cambio de las dinámicas diarias, de trabajo y la amenaza latente que supone el virus.
Miedo a perder el empleo
- La inestabilidad económica y las pérdidas de miles de empleos en todo el mundo también pueden afectar la productividad de los trabajadores, ya que generan sentimientos de angustia y preocupación permanente que interfieren en su estado de ánimo y concentración al momento de realizar sus labores.
Es por ello que, para disminuir estos factores es importante que las empresas diseñen nuevamente sus políticas laborales y las enfoquen en el bienestar del trabajador. Estas son algunas recomendaciones:
Asistencia Técnica
- Como parte de las políticas de home office, brindar asistencia técnica de manera constante disminuye el riesgo de estrés y frustración por problemas relacionados a la conectividad o funcionalidad de herramientas tecnológicas. Si la empresa cuenta con especialistas, los debe usar para apoyar a los trabajadores de manera remota.
Comunicación constante
- Establecer permanentemente canales de comunicación, ya sea para enviar mensajes sobre las acciones de la empresa o para cuidar a los trabajadores y sus logros, mantendrá el buen ánimo del equipo.
- Se debe buscar que esta comunicación sea bidireccional y promover la escucha de todos los miembros del equipo.
Fomentar actividades de convivencia
- Puede ser un pequeño curso o una reunión por videoconferencia, pero se debe mantener el ánimo y la unidad del equipo. De preferencia se tienen que realizar estas actividades en horarios y días laborales para que los empleados no se sientan abrumados.
Fomentar el respeto por los horarios y días de descanso
- El tiempo libre de los trabajadores es sagrado, por lo que se debe procurar respetarlo al máximo. Y si se presentan ocasiones en las que se tenga que trabajar en horas extra, buscar la forma de recompensarlo, ya sea reponiendo el tiempo o con una remuneración.
- En México, se estima que el 42% de los trabajadores que hacen home office invierten más horas al día en su trabajo que antes, según Adecco, por lo que las empresas deben recordar que un trabajador agotado no puede ser productivo.
Plan de emergencia
- Establecer planes de emergencia ante cualquier eventualidad, como el contagio de un trabajador, ausencias, peticiones de cambios de horario, etc., así se garantiza que el equipo siga funcionando y se evitan las improvisaciones.
